lunes, 1 de septiembre de 2008

Vacaciones y máquinas

Hace días que este número, el cuarto ya de la revista, debía haber salido, pues como todos ya habréis deducido viene siendo habitual su publicación durante la semana siguiente a la celebración del evento; ello, desde luego, utilizando el orden sajón, gustoso de empezar las semanas con buen pie, es decir, empezándolas por el domingo, al contrario que nosotros los mediterráneos que preferimos tenerlo como meta más que como línea de partida. Cosas del ánimo. Y ese ánimo es lo que a mí me ha faltado para ponerme delante de esta pantalla dentro del periodo establecido, para contaros lo que aconteció, y dejo de hacerlo, en ese pueblecillo castellano situado al sur-oeste de la capital del reino y que se llama Villaviciosa de Odón. Luctuosos avatares, muy dolorosos para mí, impidieron que mi ánimo estuviese a la altura de la predisposición que la realización de la crónica requiere.

¡En fin!, termino al punto, por lo que aquí se refiere, con mi desánimo con un muy cariñoso recuerdo para Elena, mi suegra.
Aquel 17 de agosto de 2008, tuvo como máxima protagonista a la obviedad, pues obvio era que pocos valientes pertrechados de gorras y abanicos, serían capaces de hacer causa común con la bellísima sierra del Guadarrama, plantándole cara a ese sol de la meseta castellana y no dejándose encandilar por la llamada a la emigración estival hacia lugares cuyo clima, de menor rudeza, no sea necesario combatir con la capa castellana y el sombrero de ala ancha, atuendo, en todo caso, un tanto anacrónico para los tiempos que ahora corremos. Pero esa obviedad no restó nada a la agradable sensación que dibuja una agradable sonrisa en la boca y la satisfacción personal por el encuentro con nuevos amigos con los que compartir la admiración por unos coches vetustos que mes a mes se renuevan en este foro automovilístico.


Al evento sólo asistieron tres coches, el de ajre, el de moflo y el de este cronista. Lástima que moflo llegara tan tarde que apenas tuviera tiempo de saludarle, dado que problemas personales me impedían alargar una velada e incluso tomarme esa caña que, ya sabéis, tanto me gusta compartir con vosotros. Un E-420, un S-300 y mi CLK fueron las estrellas de Villaviciosa de Odón, la representación de nuestro club en el evento automovilístico.


Pero siempre digo, y con ello ya hastío por repetitivo, que nuestro club, con sus familiares del foro, no lo es de coches sino de personas, y eso permitió que no solo nosotros, los ya aludidos miembros nominales de nuestra familia automovilística, nos conociéramos, sino que la agradabilísima mujer de ajre, Esperanza, y su simpático hijo, tengan ya personalidad propia en nuestro grupo de la Estrella; cumpliéndose así uno de los fines de ésta empresa, que la familia MBfaq, en principio dispersa en los rincones de Internet, se encarne gracias a las relaciones puramente personales. La estrella del encuentro, aparte de las personales y siempre subjetivas preferencias de este cronista, fue un club de MORGAN MG clásicos, que irrumpieron en el “parquet” dejando una estela de admiración y secreciones bucales a su paso. Preciosos coches de época que, aún mal ubicados en la meseta castellana, dejaron en la imaginación de los presentes, el sabor de la campiña bretona y de la caricia de la lluvia sajona. Otros coches menos nobles, menos vistosos, menos vetustos, se vieron un poco eclipsados por estas seis máquinas que, en sí, son un compendio del arte automovilístico.

Pero también hubo sitio para esos otros coches dignos de admirar que furtivos a los rayos del sol se apelotonaban bajo las sombras de los escasos árboles, tímidos para los ojos de los admiradores, pero con la coquetería del púdico recato. Una CITROËN Dos Caballos, un SEAT 1400, una furgoneta VW modelo hippie con un curiosísimo tapizado de sus asientos en saco de arpillera con sellos de café, un grandilocuente CORVETTE, enormes CHEVROLET y un precioso VOLKSWAGEN Escarabajo descapotable del que este cronista quedo prendado. La larga lista de participantes no resto importancia al encuentro, aunque se viera muy reducida con respecto a otras sesiones; algo parecido a lo que pasó con nuestra propia representación.


¡En fin!. Cada jornada una sorpresa, una admiración, una sonrisa y, sobre todo, un reencuentro y la vista puesta en la siguiente reunión, 21 de septiembre. Coincidente con las fiestas del pueblo de Villaviciosa de Odón, coincidente también con el fin de las vacaciones, hechos que conjuran sin duda un plus de valor a la convocatoria en la que se espera masiva participación, y gran divertimento. Ese día, a buen seguro, estará señalado en rojo en todas las agendas de los miembros de la familia MBfaq que viven en el centro peninsular y, como no, de aquellos que fuera de la meseta quieren conocer a sus amigos de los Madriles.

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