miércoles, 30 de julio de 2008

El día del CLK


Siempre es bueno dejar pasar unos días antes de describir en un papel, perdón en una pantalla, lo que ha ocurrido y dejado de ocurrir en una actividad que en mayor o menor medida crea una cierta expectación. Lastima que un cronista de verdad no pueda saborear este lujo, pero yo, que ni lo soy ni lo pretendo, si puedo dejar que mi capacidad de raciocinio, le de dos vueltas al análisis antes de ponerlo aquí; sobre todo porque, aunque con pretensión de revista de cotilleo y por tanto con una carga importante de frivolidad, también sirve para dejar constancia de nuestra experiencia y allanar el camino de aquellos otros compañeros que quieran implantar esta actividad en su territorio.

Acudimos el 20 de julio de 2008 a nuestra cita mensual con los amigos, con los automóviles, y con las cañitas. Como siempre, este servidor al menos, acudimos con la ilusión de volver a ver las caras de aquellas personas que a través de un ordenador es imposible conocer y con la certeza de que la jornada puede ser entretenida o magnífica, pero nunca mala.

Se presento a la fiesta aquel que siempre que no va se le echa de menos y siempre que va, piensas que en buena hora se le ha ocurrido aparecer por allí: el Sol. El astro rey desplegó todo su potencial sobre nuestras almas y su manto luminoso llego hasta las camisas de los cilindros de nuestros coches que, con su lógico estoicismo, aguantaron lo que se les venía encima sin reparar demasiado en la obsesión de sus dueños por procurarles sombra; obsesión que nos sedujo a todos, obligándonos a buscar sombra dónde no la había y aparcando los coches en paralelo, en lugar de en batería, lo que nos granjeo alguna que otra mirada de reconvención por parte de la organización, y muy poca vistosidad de nuestros vistosos coches. Un detrimento que intentaremos evitar en próximos encuentros.

Lo más entrañable fue la presencia de mucha gente nueva que ocuparon los huecos en el encuentro que les corresponde y cuantitativamente disimularon la presencia de aquellos que estaban de vacaciones. Chani, Mestal y RUDI300SL; a estos bisoños comparecientes, les apadrino Minerog siendo recibidos por JMar, Plata, Chelui y yo. No creo que me haya dejado a nadie salvo a Mari Carmen, Elena e hijos y novia de Mestal (novia del hijo, claro está, no elucubremos); personas que no es que los haya dejado para el final por desafección, ni mucho menos, pues desde que se creo esta iniciativa, cien veces se ha explicado que aquellas personas que acceden a nuestra comunidad como agregados a los titulares, son protagonistas imprescindibles y objeto directo de la naturaleza del punto de encuentro, que pretende ser un foco integrador de todos. Se echo mucho de menos a la mujer de Plata, ya que dejó en las manos de una única psicóloga, Elena, la tarea de atender a tanto chalado alrededor de tanto coche vetusto. Y cómo no se le iba a echar de menos a Rosa, ella y Esculero nos dieron un buen susto.

Fue un día de despedida para los madrileños; Minerog se iba esa misma tarde a Barcelona donde buscará su nueva residencia. Esperemos que exporte esta idea de la quedada permanente que él ha compartido varias veces con nosotros.

Bueno qué: ¿hablamos un poco de coches?; de los nuestros de los de nuestros anfitriones.

Nuestro compañero JMar se nos presento con un impresionante 450 SEL, del que a buen seguro no se hubiese separado nuestro amigo More, si no hubiese estado tostándose como un entrecot en alguna de esas playas del mundo. El coche es apreciable por cuantos le puedan mirar, para los profanos como yo, por su personalidad focalizadora y por su uso histórico (el Rey y la Familia Real, lo utilizaban), para los más eruditos, sus grandes prestaciones, sus años de solera, su naturaleza de “Coche Hierro”, le dan una singular personalidad.

El ML de Chani buscó, como si de un colono se tratase, espacio en el punto de encuentro para un modelo de Mercedes-Benz que nunca había accedido ante nuestros ojos. El precioso SL de RUDI300SL, precioso por el modelo, por lo cuidado que está y por el color del coche, sufrió un pequeño contratiempo al rozar su aleta con un poste maldito; no parecía que la ofensa fueses excesiva, pero siempre te dan ganas de llevarte el poste para hacer barbacoas.

El Boticarro no se dejo ver; lástima que todavía haya chaladas que prefieran una tumbona, un buen libro, la brisa del mar, el balanceo del yate, las montañas verdes, las flores, el frescor de los neveros; a una mañana caliente (cuarenta y tantos grados), el refulgir del sol sobre carrocerías y parabrisas que hacen rebotar sus luminosos rayos hacia las córneas de los seres vivos, el polvo de la madre tierra embelesado en cada rincón de tu garganta y las diuréticas bajadas de tensión que sólo en el increíble paraje del solar villaodonense, se puede encontrar. ¡En fin!: hay gustos para todo.

En cuanto al protagonismo del “Día del CLK”, mejor no hablar mucho. No parece que tuviese ninguna aceptación entre los propietarios de este modelo, cuyo único representante fue el mío, que la gente ya está harta de ver lógicamente. Lástima y decepción. No hubo comparaciones, no hubo conocimiento del modelo, en sus distintas versiones, no hubo nada. Quizás en otros encuentros los propietarios de otros modelos, sean más partidarios de esta iniciativa. Si no es así, la organización, deberá replantearse este tipo de protagonismos.

En cuanto al mercadillo en general, baste con decir que estamos en Julio, y aunque hubo una representación suficiente para satisfacer la curiosidad de cualquiera, no es menos cierto que se hizo notar el ciclo vacacional. Todo el mundo tiene derecho. La joyita, siempre la hay, fue un camión que hubiera sido las delicias del Sr. Canario si no se lo hubiese perdido. Aunque también el “bocanegra”, dos jeep, y otros coches, siempre interesantes de cotillear, lucharon con el sol para exhibirse como se merecían.

Tamben tuvimos tiempo para analizar un coche por encargo del foro, un SL cuyo estado pudimos evaluar para dar cuenta de él a los interesados que por el foro habían requerido nuestras impresiones; y nunca mejores que las que le dio nuestro asesor JMar.

Un buen colofón al evento fueron las cañitas de rigor.